PROYECTO EDUCATIVO

 

Nuestra misión

 

Nuestro jardín busca entregar herramientas educativas necesarias para que los niños y niñas sean protagonistas de su aprendizaje, confíen en sí mismos y en quienes los rodean, autónomos, creativos y con valores, que respetan la vida y el medio ambiente.

Saint Francis es una comunidad educativa en la que participan activamente los niños, sus familias y el equipo educativo. Con el trabajo en equipo podemos ofrecer a los niños múltiples oportunidades de aprendizaje y desarrollo, además de un lugar donde puedan sentirse cómodos y seguros, como una prolongación del hogar.

 

Orientaciones valóricas

 

Nuestro proyecto educativo busca desarrollar toda las potencialidades y la capacidad de aprender de los niños y niñas a lo largo de la vida, generando experiencias de aprendizaje que los inicien en la formación de valores tales como el amor a la verdad, la libertad y la justicia, la solidaridad, el respeto a los demás y a la naturaleza, basado en los principios sustentados por la ética y la moral cristiana.
Es parte del marco de orientaciones valóricas el reconocimiento del rol de la familia como primera educadora de sus hijos, con sus realidades y características propias, necesidades y expectativas educativas, constituyéndose en un actor central y permanente en la educación parvularia.

 

Interacción con la familia

 

La familia constituye el medio central básico, en el cual la niña y niño encuentran sus significados más personales. Es ahí donde se establecen los primeros y más importantes vínculos afectivos, además de las pautas y hábitos de su grupo social y cultural, desarrollando de este modo sus primeros aprendizajes. De allí que nuestro Proyecto Educativo busca desarrollar una labor Educativa conjunta, complementaria y congruente, que optimice el crecimiento, desarrollo y aprendizaje de las niñas y niños. Así también la familia aporta información relevante respecto a sus hijos, la cual tiene especial importancia tanto para conocerlos como para abordar desde distintos puntos de vista el trabajo a realizar y su futura evaluación. Por lo tanto, las apreciaciones de la familia, adquieren un carácter retroalimentador, enriqueciendo el proceso de enseñanza y aprendizaje.

 

Orientaciones pedagógicas

 

Los primeros años de vida del niño y de la niña constituyen una etapa crucial para su formación, ya que en cada uno de ellos existe un potencial de desarrollo y de aprendizaje que puede emerger con fuerza en condiciones favorables. Basados en esto, es que mediante una metodología de Enseñanza adecuada, oportuna y pertinente, que involucre la participación activa de los niños en el proceso, se podrán formar aprendizajes significativos y relevantes, estableciendo vínculos afectivos significativos y desarrollando su capacidad de exploración y comunicación de sus experiencias e ideas.

De allí que nuestro proyecto educativo considera la triada Desarrollo, Enseñanza y Aprendizaje, como pilares fundamentales de la educación del niño y la niña en sus primeros años de vida, articulándolos en forma coherente y eficaz, para favorecer aprendizajes de calidad y el desarrollo de aspectos claves, tales como, los primeros vínculos afectivos, la confianza básica, la propia identidad, su autoestima, su formación valórica, el lenguaje, la inteligencia emocional, su sensomotricidad y las habilidades del pensamiento.


Es fundamental también tener presente como orientaciones centrales un conjunto de principios pedagógicos que configuran una educación que potencia a los niños y niñas como personas que aprenden confiados y capaces.

Los principios que se consideran son los planteados por las bases curriculares:

1. Principio de bienestar.
2. Principio de actividad.
3. Principio de singularidad.
4. Principio de potenciación.
5. Principio de relación.
6. Principio de unidad.
7. Principio de significado

 

Objetivos

 

Los objetivos del Jardín Infantil Saint Francis son:
• Ofrecer un ambiente educativo cálido, rico en experiencias de aprendizaje activo que respondan a necesidad e intereses de los niños y niñas.
• Brindar la posibilidad a niños y niñas de ser protagonistas de sus aprendizajes, actuando, sintiendo y pensando.
• El proceso de enseñanza-aprendizaje debe generar en niños y niñas un sentimiento de confianza en sus propias capacidades para enfrentar mayores y nuevos desafíos.
• Generar un ambiente de aprendizaje que favorezca las relaciones interpersonales, tanto con otros niños como adultos.
• Plantear situaciones educativas de acuerdo a sus experiencias y conocimientos previos, es decir que sea de su interés y tenga sentido para ellos.
• Enfatizar el carácter lúdico en todas las situaciones de aprendizaje, abriendo de ésta manera la imaginación y la creatividad.
• Lograr un trabajo educativo en conjunto con los padres y familias de los niños.

 

Fin del proyecto educativo

 

El fin de nuestro proyecto educativo se basa en el fin de la educación parvularia planteada en las bases curriculares:

"Favorecer una educación de calidad, oportuna y pertinente que propicie aprendizajes relevantes y significativos en función del bien estar y trascendencia del niño y niña como personas dentro de un marco de valores y principios que sustentan nuestra sociedad. Ello en estrecha relación y complementación con la labor educativa de la familia y propiciando su continuidad en el sistema educativo"

 

Modalidad curricular

 

Existen diferentes modalidades curriculares las que plantean un enfoque particular de cómo llevar a cabo el proceso de enseñanza y aprendizaje. Rescatamos las fortalezas de cada currículum para acogerlas dentro de la rutina de trabajo. Sin embargo, las bases se establecen en el Curriculum Cognitivo, el cual tiene como propósito principal que los niños aprendan explorando activa y libremente el medio, "a través de su propia experiencia y no a través de un programa didáctico de la profesora". El educador, como observador participante, debe ser capaz de conocer el proceso de desarrollo de cada niño, ofreciéndole actividades que sean de su interés y apropiadas a su nivel; y como adulto creativo, de organizar el espacio (sala de actividades) y el tiempo (rutina diaria) para que el niño se desplace libremente, interactúe con los demás niños y adultos, y lleve a cabo su plan de trabajo.